COTICH

Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile

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Como una actriz “interpretando” a un personaje

En relación con el artículo publicado en la revista Paula el 07 de junio sobre la labor que ejerce Nicole Aceituno como intérprete simultánea, el Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile (COTICH) quisiera compartir algunas puntualizaciones y precisiones. Primero, es menester aclarar, en términos bien generales, que traducir e interpretar son dos profesiones distintas; si bien hermanas similares, la traducción se realiza principalmente con textos escritos y la interpretación comúnmente con discursos orales, reiteramos, en términos bien generales. Segundo, en nuestro país existen hoy en día 12 universidades y 2 institutos profesionales que forman traductores e intérpretes en carreras que duran al menos 4 años; cabe precisar que de ese total 6 instituciones forman intérpretes ya sea simultáneos, consecutivos o de enlace. Tercero, el 24 de mayo de 2017, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó por unanimidad una resolución en la que se reconoce el importante papel que desempeñan los traductores e intérpretes en el mundo, resolución importantísima para respaldar a nuestra institución madre la Federación Internacional de Traductores (FIT) la cual alberga a colegios y asociaciones gremiales de traductores, intérpretes y terminólogos a nivel mundial y a la cual pertenece nuestro Colegio.
Sin desconocer el hecho de que existen personas bilingües o trilingües que por ciertas razones llegan al mundo de la traducción o de la interpretación y van adquiriendo experiencia que les permite ofrecer servicios lingüísticos de conexión entre clientes que no comparten el mismo idioma, nos preocupa como Colegio que se difunda la idea de que basta con saber dos idiomas para poder traducir o interpretar. Para hablar precisamente del caso de los intérpretes, quisiéramos recalcar que en una formación formal los estudiantes desarrollan destrezas, habilidades y técnicas específicas que les permiten llevar a cabo un trabajo profesional y de calidad para satisfacer las necesidades del mercado laboral en cuanto comunicadores o puentes lingüísticos entre dos lenguas. A modo de ejemplo, el uso de tecnicismos, como se menciona en el artículo, no se restringe solamente a conocerlos, estudiarlos y emplearlos en una interpretación. Previo al trabajo del intérprete, se aplican conocimientos de documentación y terminología para discursos de áreas temáticas generales o especializadas; luego, se utilizan criterios lingüísticos y comunicativos de las lenguas de trabajo a nivel morfosintáctico, fonológico y discursivo, así como también fundamentos teóricos propios de la traductología. Es por ello que consideramos de suma importancia que la sociedad conozca con más detalles estas y otras aristas académicas, laborales y gremiales para otorgarles a nuestros profesionales de la interpretación y de la traducción el debido respeto por su compromiso ético-profesional desde que entran a una institución formadora hasta su salida al mundo profesional. Y como bien lo precisa George Steiner: “Sin la traducción, viviríamos en regiones fronterizas con el silencio”, entendiéndose por “traducción” todo acto comunicativo en el que puede desempeñarse un intérprete o traductor.
Me despido cordialmente a nombre del Directorio del Cotich,

Cristián Araya Medel

Vicepresidente

UNA ESCALERA DE MUCHOS PELDAÑOS

Ingresé a la AGTS por allá por el año 1998, cuando Marlene Hyslop era su presidenta. Mi intención era compartir con “aquellos locos” que hablaban mi mismo idioma, la traducción y sus bemoles, pues yo trabajaba de manera dependiente, junto con muchas otras profesiones y oficios. Quería sentirme “en mi mundo”.

Participaba activamente en todas las actividades que organizaba el Directorio, porque creo que es la mejor forma de demostrarle apoyo a quienes entregan su trabajo y tiempo en beneficio de nuestra profesión.

Con el tiempo, me fui integrando un poco más cada vez, hasta que en la Asamblea de 2004, decidí postularme al Directorio, especialmente para cumplir con un compromiso que había asumido con dos socias de que cuando dejara mis responsabilidades como Vicepresidenta de Guías y Scouts de Chile, concentraría mi trabajo voluntario en la AGTS. Sin embargo, yo no sabía que cierto personaje, que desempeñaba el cargo de presidente en ese momento, tenía un plan muy armado para “pasarme la posta” en esa misma asamblea. De hecho, cuando iba llegando a la reunión, un socio de aquella época cordialmente me saludó: “Buenas noches, señora presidenta”. ¡Todavía ni siquiera habíamos hecho la elección de Directorio!

A partir de ese día, asumí el cargo de presidenta, que luego desempeñaría durante cuatro bienios, con ciertas intermitencias. Son muchos los años de trabajo en el Directorio, muchas las personas con las que he podido compartir, con las que he sufrido ante los problemas, pero también muchas con las que he gozado los logros que poco a poco hemos podido alcanzar. Entre ellos, puedo mencionar los dos hitos más significativos para mí, porque implicaron mucho trabajo para el equipo. En primer lugar, quiero mencionar el cambio de nombre de nuestra institución, desde Asociación Gremial de Traductores de Santiago a Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile, considerando que implica la incorporación de los intérpretes, el aumento de la cobertura territorial y la elaboración y aprobación de un nuevo estatuto. En segundo lugar, se encuentra el afianzamiento de nuestra sede institucional, que significa tener una oficina que nos enorgullece y que, además, cuenta con estructura para un trabajo administrativo adecuado y un espacio, aunque pequeño, para reuniones y actividades de capacitación.

Como siempre he dicho, cada equipo, cada directorio, ha creado un peldaño más en esta escalera que lleva a COTICH hacia su desarrollo. Unos se preocupan de lo nacional, otros de lo internacional; unos de lo legal, otros de lo administrativo; unos se concentran en lo tecnológico, mientras que otros se preocupan de lo social; y así, cada directorio se preocupa de hacer crecer al Colegio en un área específica, dependiendo mucho de sus intereses y habilidades; pero todos, al final, solo quieren que nuestra profesión y nuestra institución se proyecten en el concierto nacional e internacional.

¡Larga vida al Colegio y mucha fuerza y sabiduría a los futuros Directorios!

Con gran afecto, María Eugenia Poblete P.

Socia COTICH n.º 81

30 AÑOS COTICH

Con motivo de la celebración de los 30 años de Cotich, rindo un afectuoso homenaje a todos los que han colaborado durante estos años a mantener viva esta organización que nos une en torno a nuestra actividad profesional, la traducción y la interpretación. Un gran reconocimiento, en primer lugar, a los 32 socios fundadores y a su primer directorio y también a todos los directorios posteriores, asociados y colaboradores que han dado vida en todos estos años a nuestra asociación.

A pocos años de creada, ingresé a la asociación con la convicción de que el mundo académico que forma a los traductores e intérpretes debía y debe colaborar estrechamente con el gremio que nos congrega y valida como profesionales. Por ello, en el año 1995 no dudamos en invitar como patrocinadora del primer Premio de Traducción a la Excelencia Profesional y Académica a la entonces Asociación Gremial de Traductores de Santiago (AGTS), encabezada por su Presidenta, María Angélica Monárdes Skinner. Este premio, que otorga anualmente el Programa de Traducción de la Pontificia Universidad Católica de Chile cada 30 de septiembre, día de San Jerónimo, patrono de los traductores, se le otorgó en esa oportunidad al destacado profesor, traductor e intérprete Juan de Magalhaes-Calvet Arnolds.

Esta colaboración entre la academia y la entidad gremial se ha mantenido por 25 años dado que a la fecha se ha otorgado este reconocimiento a igual número de traductores, intérpretes y profesores que con su testimonio de trabajo honesto, ético y responsable han contribuido a enaltecer la profesión y son un valioso ejemplo a seguir por todos los asociados y estudiantes de traducción e interpretación de nuestro país.

Los invito a todos a celebrar y a unirse en el esfuerzo por mantener nuestro querido Colegio activo y vigoroso con el fin de que pueda seguir desempeñando su función gremial que permita enaltecer nuestra labor como comunicadores interlingüísticos e interculturales.

María Isabel Diéguez

Socia COTICH N.º 40

De arquitecta a traductora; de traductora al Colegio

Soy arquitecta de profesión y traductora-intérprete autodidacta. Mis estudios académicos formales me dan el título de arquitecta y planificadora urbana, profesión que he ejercido por varias décadas. Justamente cuando estaba haciendo un postgrado en una universidad canadiense allá por los años setenta, un profesor inglés que hacía investigación en Centroamérica me pidió colaboración para sus publicaciones en español. Ahí empecé con las traducciones, actividad que me fascinó y que además me permitió ganar los pesos adicionales necesarios cuando una es estudiante. Además, empecé a indagar en el mundo de la empresa privada: las escuelas de idiomas, las empresas de traducción e interpretariado, la demanda y oferta de servicios de traducción. Con ello se me abrió un mundo de posibilidades y desde ese momento mi profesión original como planificadora urbana se vio complementada, enriquecida y crecientemente ligada con mis actividades como traductora e intérprete independiente. Tuve muchos encargos entretenidísimos: leer poemas en español para un programa de radio, disfrazarme de minero para capacitar a operarios in situ en el uso de una máquina especializada, hacer de intérprete en un tour de varios días a las montañas Rocallosas durante un congreso de demógrafos, etc. Durante muchos años hice varios cursos ligados a la traducción y trabajé con numerosas empresas como instructora, traductora e intérprete, hasta que finalmente decidí formar parte del gremio de traductores de Canadá. Gracias a mis años de experiencia y estudio, y tras cumplir con rigurosos requisitos y exámenes, fui aceptada en los años ochenta como traductora certificada en inglés-español-inglés en dos asociaciones profesionales en Canadá, lo que significó un reconocimiento y respaldo a mi labor.
Recién venía llegando a Chile después de 20 años de vivir en otros países. Tenía mi trabajo estable en Santiago como planificadora en Naciones Unidas; pero al igual que dos décadas antes, comencé a indagar las posibilidades de complementar mi puesto formal con la traducción e interpretariado. Así empezó mi búsqueda de contactos y datos. Como experta en planificación y políticas públicas me tocaba –además de las actividades propias del cargo- traducir todos los documentos que pasaban por la oficina, además de hacer de intérprete en reuniones y seminarios. Ya con eso me di cuenta del bajo nivel de profesionalismo de ser traductor en Chile, y como era considerada una actividad asociada a “saber inglés” o bien propia de una secretaria bilingüe. No se concebía la traducción como una profesión en sí misma, y eso ha cambiado poquísimo a pesar de los avances en los programas de formación académica, las empresas de traducción e incluso la existencia del COTICH.
Mis primeros contactos con traductores fueron Adriana Aguilera, con quien yo trabajaba en CEPAL y, posteriormente, Beatriz Délano. Ambas lamentablemente ya no están con nosotros. Beatriz me recibió un día en su oficina en Providencia, rodeada de papeles y llena de trabajo que gustosamente compartía con otros colegas cuando se sentía abrumada. Y también por el gusto de compartir. Me acogió con los brazos abiertos, generosa, solidaria y con enorme interés por lo que podía compartirle de mi experiencia fuera de Chile. Tuvimos largas conversaciones y muchos cafés en su oficina, entre apuros y urgencias y llamadas de clientes, y compartimos ideas sobre la actividad de la traducción en Chile y la posible organización de traductores que estaba gestándose en ese entonces. Ella se movía mucho entre sus contactos traductores, algo que yo no podía hacer porque estaba dedicada a mi trabajo en planificación, que me requería tiempo completo y muchos viajes, y a mis hijos pequeños.
Recuerdo lo emocionante que fue un día cuando me llamó para firmar el acta de creación de la asociación, uniéndome así a la lista de pioneros que queríamos una base de respaldo para la profesión. A muchos los conocí solo a través de Beatriz, pues mi dedicación a la traducción era esporádica y más ligada a mi trabajo formal, como sigue siendo hasta ahora. Creo que la asociación, a lo largo de los años, ha fortalecido la imagen del traductor frente a la sociedad y –más aún- ante sí mismos, pues exigir dignidad requiere primero sentirse dignos. Hasta hoy he sido miembro ininterrumpidamente, algunos años trabajando en el directorio o apoyando labores específicas. También me he mantenido vinculada a la asociación profesional en Canadá, con quienes año a año sigo trabajando en los protocolos y exámenes de admisión, sumamente estrictos y muy regulados. Esa pertenencia profesional ciertamente entrega beneficios, junto con responsabilidades, que nos diferencian de los aficionados o improvisadores aun cuando el cliente chileno todavía no sabe bien la diferencia. Solo el hecho de ser miembro de COTICH entrega una credencial que debemos saber usar, respetar y honrar con nuestro constante mejoramiento, alto nivel de profesionalismo y una ética que responda a los principios y acuerdos establecidos. Si bien las instituciones y la sociedad general están muy atrasadas en otorgar al COTICH el lugar y reconocimiento que merece, hay grandes pasos que se han dado y es el momento que las nuevas generaciones desplieguen toda su energía y asertividad para seguir avanzando.

Antonieta Surawski

Socia COTICH N.º 29

Cómo llegué al Colegio

A fines de los ochenta, dos socias y yo instalamos una oficina de traducciones.   Empezamos en nuestras casas, pero en 1990  llegamos a la oficina de Beatriz Délano que justo arrendaba un espacio en su oficina ubicada en el edificio de la galería del Tavelli en Providencia.  
Así fue como conocí a Beatriz Délano. Inmediatamente me impactó y maravilló  su gran capacidad de trabajo y productividad, creo que nunca he conocido a otra persona como ella.  Su energía no conocía límites. Además, era muy generosa y cariñosa. En esos años Beatriz  hablaba de formar un colegio de traductores, era su sueño (parecía imposible en aquel tiempo, una tarea de titanes), pero  lo logró en aquella época en que compartimos oficina.  Fue su empuje, dedicación y capacidad de trabajo que lo consiguió. Le debo (y le debemos) a Beatriz ser parte de este Colegio, de su existencia.  Claro que otras personas   trabajaron sin cansancio para este gran logro en conjunto con Beatriz, pido disculpas por no nombrarlas, (tengo pésima memoria para nombres)..  pero mi experiencia fue en torno al esfuerzo, dedicación y gran energía de mi querida amiga Beatriz. Gran valor como traductora, madre de incansable dedicación y excelente persona. 
Después, a lo largo de los años, siempre mantuve una relación al menos telefónica con Beatriz… era un agrado escuchar su voz siempre atenta y alegre.  También la llamé muchas veces para preguntarle términos que no podía resolver, pero que ella, por cierto, siempre sabía.

Lila Castillo

Socia COTICH n.º 8

30 Aniversario del Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile (COTICH, ex AGTS)

¡Cumplimos 30 años! ¡Felicidades a todas y todos!

En Santiago, a 22 de abril de 1991, nos reunimos, para constituir una Asociación Gremial de Traductores, de acuerdo a las normas oficiales de la época.  Más de 30 personas del ámbito de la traducción constituimos esta Asociación Gremial de Santiago – en aquel entonces Asociación, hoy Colegio – con el fin de aunar a todos los traductores y traductoras profesionales. Esta “casa” tiene por fin promover la capacitación, el perfeccionamiento, la protección y dignificación de la profesión y sus profesionales, para luego ofrecer un servicio profesional eficiente a la comunidad nacional e internacional.

A principios de la década de los setenta del siglo pasado, dos universidades prestigiosas, la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Concepción crearon la formación profesional de traductoras y traductores. Como profesor formador y perfeccionamiento de traductores durante 40 años, pensé siempre en el futuro profesional y laboral de mis estudiantes.  Había que crear un “Colegio Profesional”. En múltiples reuniones (también sociales), y con ayuda de un abogado, logramos nuestra meta, el 22 de abril de 1991.

Como un miembro fundador más le pido a todos mis colegas socios y socias colaborar con el futuro y engrandecimiento de esta “nuestra casa profesional”, y así poder festejar los siguientes aniversarios.

Hans Grof Reese (Profesor jubilado y Traductor)

Socio COTICH n. º 17

¡HOY CUMPLIMOS 30 AÑOS!

Hace más de 30 años, un grupo heterogéneo de personas ligadas a la traducción se comenzaron a organizar para crear una asociación que englobara a los traductores.

Todo partió en una reunión social, donde se encontraron algunos traductores, entre ellos Hans Grof y Lieselotte Schwarzenberg (Loly) y conversaron de la necesidad de crear una asociación.

Loly se puso manos a la obra y comenzó con el proceso legal de constituir dicha asociación. De la mano de Adriana Aguilera y Beatriz Délano, que trabajaban en la CEPAL como traductoras, movieron la maquinaria, entre llamados telefónicos, reuniones sociales, reuniones laborales y reuniones con abogados hasta que consiguieron que el 22 de abril de 1991, 32 traductores se reunieran en una notaría para constituir la Asociación Gremial de Traductores de Santiago, la cual más tarde pasaría a llamarse Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile A.G. (COTICH).

Entre nuestros socios fundadores se encontraban profesores de lengua, traductores egresados de las carreras de traducción de la Universidad Católica y Eatri, traductores autodidactas, gente proveniente de distintas profesiones como agronomía, enfermería, antropología, filosofía, entre otras que terminó dedicado a la traducción. Todos por una razón u otra, se enamoraron de nuestra profesión y se propusieron crear una organización que fomentara la cooperación, el desarrollo, la protección, el progreso, el prestigio, la dignificación y el perfeccionamiento profesional.

El primer directorio estuvo compuesto por:

Presidenta: Lieselotte Schwarzenberg

Vicepresidenta: Ailsa Shaw

Secretaria: Adriana Aguilera

Tesorera: Beatriz Délano

Directores: Erika Aping

Andreas Klugkist

Ana Karola Rihm

Los 32 socios que dieron el puntapié inicial a nuestro Colegio fueron:

Sabine Adrian, Adriana Aguilera, Patricia Alday, Erika Aping, J. Paul Beuchat, Wendy Bontá, Juan de M. Calvet, Lila Castillo, M. Teresa Contreras, M. Teresa Cortés, Esme Corthorn, Beatriz Délano, Helga Gaedecke, Florencia Galán, Carmen Gloria Garbarini, Maureen Goth, Hans Grof, Teresa Gutschelhofer, Marlene Hyslop, Andreas Klugkist, Cornelia Langerfeldt, M. Isabel León, Jennifer Metcalfe, Luis Quezada, Ana Karola Rihm, Lieselotte Schwarzenberg, Ailsa Shaw, Gabriela Soffia, Antonieta Surawski, Ana María Valle, Pilar Venegas, Sylvia Wilckens,

Algunos de ellos han fallecido, otros han tomado otros rumbos, pero aún contamos con algunos como socios activos o como socios honorarios: Wendy, Florencia, Lila, Maureen, Hans, Jennifer, Ana Karola, Lieselotte, Ailsa y Antonieta. Agradecemos mucho su perseverancia y su trabajo por nuestra profesión.

Hay muchos otros socios que se unieron también prácticamente desde el inicio, pero que no quedaron registrados en la constitución de la Asociación, a ellos también les agradecemos mucho. También a todos los que se han animado y han sido parte del directorio con el paso del tiempo.

Obituario

Beatriz Délano Délano (1928-2020)

Beatriz formó en su vida una gran familia junto a su esposo, Alejandro Stuven, sus cinco hijos, trece nietos y seis bisnietos. Su gran corazón de esposa, madre, abuela y bisabuela le permitió también contribuir en 1991 a la formación de nuestra gran familia de traductores e intérpretes profesionales al alero del Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile, COTICH, en esos años, Asociación Gremial de Traductores de Santiago, AGTS. Además de socia fundadora del Colegio, tuvo la generosidad y responsabilidad de desempeñarse por casi 20 años como su tesorera. Beatriz era la primera cara del COTICH para los socios, pues generosamente albergó en su oficina particular a nuestro Colegio; recibía a los socios, le daba la bienvenida a los que se integraban y respondía las consultas de todos los colegiados.
Formada en la Universidad de Chile y el Instituto Chileno-Norteamericano de Cultura, en la década del 50 fue contratada por la CEPAL integrando su “Team de Conferencias”, lo cual le permitió visitar Brasil, Argentina, Uruguay y Colombia. A fines de 1955 trabajó como secretaria bilingüe en la Asamblea General de la ONU en Nueva York y en la década del 70 se incorporó al Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social (ILPES), creado al alero de la CEPAL. En el año 1978, inicia su trabajo como traductora independiente, lo cual le permite durante varias décadas consolidar un sólido prestigio y mantener una excelente cartera de clientes.
Sus amigos y colegas de COTICH la recuerdan como una gran mujer y una destacada profesional; una admirable persona, acogedora, generosa y solidaria; una verdadera “institución” en el mundo de la traducción; una mujer trabajadora y luchadora, que fue un ejemplo para muchos de sus colegas; muy buena amiga; una gran profesional, íntegra y bellísima persona, que realizó una gran labor para el engrandecimiento de nuestro Colegio; su sonrisa amable y calidad humana fueron un gran ejemplo de vida; siempre cordial y acogedora. Por todo lo anterior, como profesional destacada, fue merecedora el año 2004 del Premio de Traducción a la Excelencia Profesional y Académica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, reconocimiento patrocinado por COTICH.

Santiago, mayo de 2020

Palabras de nuestra socia María Isabel Diéguez que reflejan el sentir de muchos que la conocieron

Convocatoria para ponencias, IV Congreso de Traducción e Interpretación 2017

CONVOCATORIA PARA PONENCIAS

IV Congreso de Traducción e Interpretación 2017

Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile – COTICH

 

Traducción e interpretación especializada: actualización permanente

Viernes 7 de julio y sábado 8 de julio de 2017

Santiago de Chile

El Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile (COTICH) tiene el agrado de invitar a traductores, intérpretes y docentes de traducción e interpretación a presentar sus ponencias para el IV Congreso de Traducción e Interpretación dirigido a profesionales del área. El congreso se llevará a cabo en las dependencias de la Facultad de Letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Campus San Joaquín, ubicada en  Av. Vicuña Mackenna 4860, San Joaquín, Santiago.

El congreso tiene como objetivo servir de espacio para la actualización y el perfeccionamiento de los traductores e intérpretes, y como foro para el análisis y reflexión sobre las temáticas de orden práctico que enfrentamos en el ámbito profesional. Con este fin, invitamos a los expertos a compartir sus puntos de vista, experiencias y conocimientos especializados sobre el campo de la traducción y la interpretación. Del mismo modo, el congreso representa una oportunidad para establecer contactos y explorar nuevas avenidas profesionales.

El tema central del congreso, “Traducción e interpretación especializada: actualización permanente”, se centra en la formación continua de los traductores e intérpretes que ya concentran su ejercicio profesional en ciertas áreas específicas, abarcando no solo  la profundización en el conocimiento, sino también  la expansión de las redes profesionales y la interacción con otras disciplinas.

Los ejes temáticos del congreso son:

  • Nuevos nichos para la especialización
  • Marketing especializado
  • Herramientas para la especialización continua
  • Asociacionismo y especialidad
  • Interdisciplinariedad
  • Formación profesional continua

Los ponentes interesados deberán enviar su propuesta en un archivo PDF con el título de la ponencia y un resumen breve de 300 palabras máximo, indicando la modalidad de presentación (“presentación individual” o “mesa redonda”) al correo electrónico congreso.cotich@gmail.com, con el asunto “Propuesta Congreso COTICH 2017” antes del 1 de marzo de 2017 para ser consideradas por el Comité Evaluador. Además, el correo debe contener sus datos de contacto personal y un breve currículum vitae de 200 palabras máximo en forma de texto.

El Comité informará sobre la aprobación de su ponencia el 20 de marzo de 2017. Las presentaciones individuales seleccionadas gozarán de un espacio de veinte minutos para su presentación y diez minutos para preguntas y respuestas, mientras que las mesas redondas gozarán de 10 minutos por expositor y diez minutos para preguntas y respuestas. Los ponentes están liberados de la cuota de inscripción.

Para mayor información, remita sus consultas a:  congreso.cotich@gmail.com

Atentamente,

 

Comisión Organizadora

IV Congreso de Traducción e Interpretación

COTICH

congreso. cotich@gmail.com

 

Ultimos cupos para el Taller SDL Trados Studio 2015

TALLER HERRAMIENTA TAC SDL TRADOS STUDIO 2015

Fecha: 20 de agosto 2016

Relatora: Traductora Srta. Carla Mendoza

El Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile se complace en invitar a un taller sobre la herramienta de traducción asistida por computador SDL Trados Studio 2015, entorno de traducción para lingüistas profesionales que deseen editar, revisar y gestionar proyectos de traducción y terminología corporativa.

Este taller estará a cargo de la Srta. Carla Mendoza, traductora inglés-alemán-español de la Pontificia Universidad Católica de Chile, quien cuenta con una dilatada y exitosa experiencia profesional, entre lo que destaca su vasto conocimiento sobre gestión de proyectos y manejo de herramientas de traducción asistida por computador.

El taller se llevará a cabo el sábado 20 de agosto de 2016, de 9:00 a 13:00 hrs, en Seminario 6, Providencia, sala 2C.

La actividad tiene un costo de $15.000 para socios COTICH al día y de $20.000 para público en general. Los cupos son limitados debido a que se realizará en laboratorio de computación.

Las inscripciones se realizan al correo electrónico: oficina@cotich.cl con copia a tesoreria@cotich.cl. El pago de la inscripción debe concretarse mediante depósito o transferencia a la cuenta corriente 162-16969-08 del Banco de Chile, a nombre de Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile AG (RUT:71825900-2), junto con notificación de pago al correo electrónico: tesorería@cotich.cl, indicando claramente en la glosa que corresponde al “Taller SDL Trados” y el nombre de quien se inscribe.

Solicite el formulario de inscripción en tesoreria@cotich.cl

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